Caballeros de Bronce

Infancia
Lo poco que se sabe de la infancia de Ban es que tras quedar huérfano fue adoptado por la Fundación Graude encabezada por Mitsumasa Kido, aquí recivió entrenamiento junto a otros 99 compañeros con el objetivo de prepararlo para convertirse en un Santo de bronce. Eventualmente Ban entró a un sorteo que designó que viajaría a Tanzania para tratar de convertirse en el portador de la armadura del Leoncillo, tras algunos años de entrenamiento logró su objetivo.

El Torneo Galáctico
Tras obtener su armadura Ban volvió a Japón donde se reunió con sus amigos de la infancia que también habían ganado su armadura de bronce, a su regreso todos participarían en un torneo galáctico cuyo ganador se haría portador de la armadura de oro de Sagitario, Ban fue elegido para protagonizar el primer combate del torneo donde enfrentó a Jabú, caballero del Unicornio, aunque obtuvo una rápida ventaja que hicieron parecer que Ban saldría triunfante; eventualmente Jabú se recuperó y venció al Leoncillo, así Ban se convirtió en el primer caballero en ser derrotado en el torneo.

Tras la derrota Ban se dio cuenta de que aunque se había hecho digno de portar la armadura del Leoncillo aún le faltaba mucho camino por recorrer para mejorar sus técnicas, dado lo cual decidió regresar con su maestro a Tanzania para seguir entrenándose.

La Batalla de las Doce Casas
Ban reapareció durante la batalla de las doce casas, donde junto a otros cuatro caballeros de bronce llegaron a cuidar el cuerpo de Atena mientras los principales santos de bronce luchaban por salvarle la vida, aquí Ban tuvo la oportunidad de usar sus perfeccionadas técnicas de combate contra los guardias del santuario quienes creían que todos ellos eran traidores. Cuando Atena volvió a la vida Ban la acompañó hasta su templo al final del recorrido de las doce casas y ahí presenció la batalla final entre Seiya de Pegaso y Saga de Géminis, aunque Ban no se incorporó fisicamente al combate si prestó su cosmo a Seiya para que adquiriera momentaneamente más poder.

Saga de Asgard
Ban tuvo una pequeña aparición combatiendo contra Syd de Mizar Zeta y siendo vencido de un sólo golpe

Saga de Hades
Ban no volvería a ser visto hasta el final de la Saga de Hades, donde combatió junto a otros caballeros de bronce contra Tanatos, Dios de la muerte, cuando éste atacó a Seika, hermana de Seiya. Aunque Ban combatió heróicamente al igual que sus compañeros, fue evetualmente vencido. Esta ha sido la última participación de este personaje en la serie.



Infancia
Lo poco que se sabe de la infancia de Geki es que tras quedar huérfano fue adoptado por la Fundación Graude encabezada por Mitsumasa Kido, aquí recivió entrenamiento junto a otros 99 compañeros con el objetivo de prepararlo para convertirse en un Santo de bronce. Eventualmente Geki entró a un sorteo que designó que viajaría a Canadá para tratar de convertirse en el portador de la armadura de la Osa Mayor, tras seis años de entrenamiento logró su objetivo. Se desconoce quien fue su maestro, pero si se sabe que una parte importante de su preparación consistió en luchar contra osos salvajes a los cuales enfrentaba utilizando su técnica principal, el Abrazo del Oso mediante el cual estrangulaba a los animales.

El Torneo Galáctico
Geki volvió a Japón para participar en el torneo galáctico, en el cual trataría de obtener la armadura de oro de Sagitario. Geki enfrentó a Seiya, santo de pegaso, en su primer combate. Geki tenía una gran confianza en su eventual victoria, y al inicio del combate parecía tener ventaja sobre Seiya a quien estranguló durante bastante tiempo, sin embargo Geki no se dio cuenta de que mientras tenía a Seiya entre sus manos este concentró toda su fuerza sobre su armadura la cual logró quebrar, luego Seiya, con una patada venció a Geki. Tras su derrota Geki decidió abandonar a sus compañeros y volver a Canadá a perfeccionar sus técnicas.

La Batalla de las Doce Casas
Geki volvió a aparecer durante la batalla de las doce casas, se unió al resto de los caballeros secundarios para proteger a Saori Kido de los ataques del santuario mientras los protagonistas de la serie luchaban contra los santos de oro para salvar su vida. Cuanndo Atena volvió a la vida Geki la acompañó hasta su templo y presencio la batalla final entre Seiya y Saga de Géminis, aunque no tomó parte activa en el combate.

Saga de Hades
Tras una larga ausencia Geki reapareció en esta saga ara unirse a sus amigos Ban, Nachi, Jabu e Ichi y proteger a Seika, hermana de Seiya de el ataque de Tanatos. A pesar de sus esfuerzos Geki cayó vencido por el Dios de la muerte aunque su intervención dio tiempo a Seiya para que este llegara al lugar y venciera a Tanatos. Desde esta batalla Geki no ha reaparecido en la serie.



Lo poco que sabemos de él es que en la serie es un japonés de 14 años, su signo zodiacal es Libra y se entrenó en el Lago Holtz, en Finlandia. Aparece por primera vez en el Torneo Galáctico enfrentándose a Hyōga del Cisne, exhibiendo su técnica de combate más importante, las Garras Venenosas, capaces de matar a una persona si se clavan hasta tres veces. Sin embargo, Hyōga acaba por derrotarle de un solo golpe y su armadura queda inservible.

Su siguiente aparición es en la Batalla de las Doce Casas donde, junto con los otros Caballeros de Bronce no protagonistas y Tatsumi, se encarga de cuidar el cuerpo herido de Atenea. A partir de entonces aparecerá en alguna que otra ocasión como personaje secundario.

Saga de Hades
En el Santuario, Ichi observa desconcertado que las tumbas de los Caballeros de Plata y Oro han sido profanadas, esto fue obra de Hades. Luego, mientras Seiya y los otros pelean en el Inframundo, observa, junto a sus compañeros, cómo avanza el Máximo Eclipse de Hades. En los Campos Elíseos, junto a sus compañeros Jabu, Nachi, Ban y Geki protege a Seika del ataque de Tánatos. No obstante, todos caen derrotados por el inmenso poder del Dios de la Muerte.

Saga del Cielo
Aparece junto a Jabu y Shaina y se enfrenta a Seiya, burlándose de que no puede estallar su cosmos. Luego Shaina lo arroja al abismo. Sin embargo, era todo un engaño, ya que bajo el acantilado se encontraba la armadura de Pegaso.



Infancia
Poco se sabe del pasado de Nachi, excepto que quedó huérfano y fue adoptado por la fundación Graude. Nachi fue elegido para buscar convertirse en un santo de bronce y a través de un sorteo quedó destinado a Liberia, donde tras su entrenamiento se convirtió en el portador de la armadura del Lobo.

El Torneo Galáctico
Nachi regresó a Japón tras conseguir su armadura para reunirse con sus compañeros de la infancia y participar en el torneo galáctico. Nachi debía enfrentar a Ikki el santo de fenix en la primera ronda del torneo, pero su rival no se presentó y el torneo siguió desarrollándose sin que pudiera tomar parte de el, a pesar de que se mostraba muy confiado en su triunfo. Finalmente Ikki interrumpió el combate de la segunda ronda entre Shun y Jabú para robar la armadura de oro. después de que el fenix atacara a Shun y venciera a Jabú, Nachi interrumpió la pelea diciéndole que el no debía enfrentar a sus compañeros sino a él, Ikki atacó a Nachi con su puño fantasma el cual lo hizo ver su peor miedo dejándolo fuera de combate antes de que siquiera pudiera mostrar sus ataques.

Cabe resaltar que las reglas del Santuario prohibían a los Santos participar en combates motivados por ambiciones personales, por lo que a partir de este momento, Nachi y los demás santos de bronce son considerados traidores, a pesar de esto Nachi nunca fue perseguido como el si lo fueron los santos principales.

La Batalla de las Doce Casas
Después de una larga ausencia Nachi reapareció durante la batalla de las doce casas, en la cual junto a otros cuatro santos de bronce y Tatsumi se quedó a proteger el cuerpo de Atena mientras los santos principales luchaban por salvarle la vida. En este momento supimos que tras el torneo galáctico, y con el permiso de Saori Kido, Nachi había regresado a Liberia para perfeccionar sus técnicas. Al enterarse de que Saori era en verdad Atena regresó para protegerla. En un momento dado Nachi quiso incorporarse a luchar junto a Seiya y sus compañeros en contra de los santos de oro, pero Jabú le convenció que serían más útiles cuidando del cuerpo de la diosa (aparte de la gran diferencia de poderes). Cuando Atena revivió Nacho la acompañó hasta el templo de Atenea, pero tampoco se incorporó a la batalla final contra el patriarca.

Saga de Asgard
Junto a Ban, Jabú, Geki e Ichi enfrenta a Syd de Mizar Zeta, cuando este es enviado a Japón, pero el guerrero de Asgard vence a los cinco caballeros de un solo golpe.

Saga de Hades
Nachi volvió a aparecer durante esta saga. Se encontraba investigando la desaparición de los cadáveres de dos caballeros muertos en las sagas anteriores, cuando Shaina de Ofiuco le ordena a el y a sus amigos Ichi y Jabú que ataquen a Hyoga y Shun, sin embargo Nachi y los demás se niegan a hacerlo. Más tarde protege a Seika, hermana de Seiya, del ataque de Tanatos.



Infancia
Lo poco que se sabe de la infancia de Jabu es que tras quedar huérfano fue acogido por el orfanato de la Fundación Graude, propieda de Mitsumasa Kido (quien en el manga es su padre, y también de los demás Santos de bronce), donde conoció a los demás niños huérfanos, entre ellos Seiya, con quien entabla una rivalidad importante, en buena parte debido a la mala relación ue el futuro Santo de pegaso tiene con Saori Kido, de quien Jabu está muy enamorado y le es muy fiel y devoto. Posteriormente se realizaría el sorteo que designaba el lugar de entrenamiento para los futuros Santos, y a Jabu le tocó realizarlo en Oran, Argelia. Allí realizó su entrenamiento para convertirse en Santo de bronce, y finalmente conquistar la armadura de Unicornio.

El Torneo Galáctico
Una vez finalizado su entrenamiento en Argelia, Jabu regresa con la armadura del Unicornio a Japón para participar del Torneo Galáctico organizado por Saori. Antes de luchar, tiene un enfrentamiento con Seiya, a quien recrimina por su actitud con Saori. En su primer y único combate, Jabu enfrenta y derrota a Ban de Leoncillo. Luego intenta enfrentar a Ikki, quien había venido a vengars de la Fundación Graude, pero es derrotado de un golpe. Cabe resaltar que las reglas del Santuario prohibían a los Santos participar en combates motivados por ambiciones personales, por lo que a partir de este momento, Jabu y los demás santos de bronce son considerados traidores, a pesar de esto Jabu nunca fue perseguido como el si lo fueron los santos principales.

Las Doce Casas
Jabu reapareció durante la batalla de las doce casas, donde junto a otros cuatro Santos de bronce llegaron a cuidar el cuerpo de Atena mientras los principales santos de bronce luchaban por salvarle la vida, aquí Jabu tuvo la oportunidad de usar sus perfeccionadas técnicas de combate contra los guardias del santuario quienes creían que todos ellos eran traidores. Cuando Atena volvió a la vida Jabu la acompañó hasta su templo al final del recorrido de las doce casas y ahí presenció la batalla final entre Seiya de Pegaso y Saga de Géminis, aunque Jabu no se incorporó fisicamente al combate si prestó su cosmo a Seiya para que adquiriera momentaneamente más poder.

Saga de Asgard
Jabu tuvo una pequeña aparición combatiendo contra Syd de Mizar Zeta y siendo vencido de un sólo golpe.

Saga de Poseidón
En el anime tiene una breve intervención junto a Tatsumi y otros Santos de bronce como Ban, Ichi, Nachi y Geki, observando las tormentas que azotan al mundo originadas por Poseidón, y luego al final de la saga, observando el cielo despejado, finalizada la lucha contra el Dios de los mares.

Saga de Hades
Jabu no volvería a ser visto hasta el final de la Saga de Hades, donde combatió junto a otros Santos de bronce contra Tanatos, Dios de la muerte, cuando éste atacó a Seika, hermana de Seiya. Aunque Jabu combatió heróicamente al igual que sus compañeros, fue evetualmente vencido. Esta ha sido la última participación de este personaje en la serie.

Santo femenino que entrenó con Shun en la Isla de Andrómeda. Al enterarse que los Santos de Bronce partían al Santuario, trató de detener a Shun para protegerlo. Shun sólo la detuvo y después de prometerle que volvería sano y salvo, la dejó al cuidado de la Fundación Graude.